Rayamos con un rallador de queso, la mantequilla que la tendremos Super fría. Y una vez rayada la congelamos durante cinco minutos.
En un Bowl mezclamos el harina, polvo de hornear, azúcar y sal revolvemos muy bien.
Agregamos a la mezcla de harina la mantequilla super fría y empezamos a trabajar únicamente con las puntas de nuestros dedos para no calentar mucho la masa y una vez incorporada la mantequilla agregamos el Buttermilk y acabamos de integrar y de unir toda la mezcla tratando de trabajar la masa lo menos posible.
Una vez lista la masa la extendemos la cortamos en tres y empalmamos las tres partes de la masa y volvemos a extender. Nuevamente cortamos en tres y empalmamos las tres masas y este proceso lo vamos a repetir un total de tres veces.
Por último extendemos la masa del grueso que le queramos, en esta ocasión yo la extendí a dos dedos de altura. Y cortamos con un cortador redondo en nuestros Bisquets. Es importante cortar lo más juntos posible para aprovechar la masa.
Volvemos a unir la masa y volvemos a cortar los Bisquets.
Ponemos los Bisquets en una charola con papel de horno y barnizamos con yema de huevo por la parte de arriba.
Horneamos a 200 C por 15 minutos.