En un sartén vaciamos las fresas partidas, desinfectadas y muy bien lavadas, junto con el azúcar. Revolvemos muy bien y las llevamos a la estufa a que se derrita por completo toda el azúcar y una vez que empiece hervir contamos 10 minutos y cocinamos las fresas durante ese tiempo.
Dejamos caer la grenetina en media taza de agua, y la dejamos hidratar durante cinco minutos. Pasado ese tiempo la llevamos al microondas por 20 segundos o a baño maria a que se disuelva por completo.
Una vez que están listas las fresas las vaciamos al vaso de la licuadora junto con la grenetina disuelta y licuamos hasta obtener una mezcla homogénea. Vertemos esta mezcla sobre un Bowl sobre hielo y la dejamos ahí hasta enfriar.
Batimos la crema hasta esponjar y una vez lista agregamos de poco a poco la mezcla de fresas ya fría y vamos incorporando con movimientos envolventes.
Agregamos el yogurt griego y envolvemos. Una vez lista toda la mezcla ya bien incorporada la vertemos sobre la galleta en nuestro molde.
Llevamos al refrigerador de cuatro a seis horas aproximadamente hasta que se cuaje por completo.
Sacamos del refri desmontamos y decoramos con fresas, frambuesas, hojas de hierbabuena y palitos de fresa.